David Azurmendi, experto en captar la felicidad en las bodas a través del objetivo de su cámara Nikon, tiene un estilo muy natural y espontáneo, buscando un gran equilibrio de luz y color para que una foto luzca con elegancia. Para él la naturalidad es la clave.
Totalmente en contra de los posados forzados que rompen con la naturalidad del momento. «Los novios tienen que recordar el día tal como sucedió, una sonrisa espontánea o una tímida lágrima cuenta mucho más que un posado con sonrisas obligadas».
Este fotógrafo profesional con base en Ibiza trabaja para inmortalizar los recuerdos más importantes para una pareja.